Ayer día 7 de febrero el día internacional de lo Humedales, la agrupación de la vela Llatina, dels pescadors del Port de Catarroja, celebraron la fecha por medio de ofrecer viaje y visita a lago de La Albuferas de manera gratuita, sólo se pedía la aportación voluntaria de alimentos para Cáritas de Catarroja. Lo cual, y a pesar del mal tiempo y frío que hizo, se cumplió con creces.
El paseo por el lago fue precioso, ya que no hacia viento, lo que hacía que el frío ambiente se pudiese soportar. Después de la reunión en el centro del lago, como se puede observar en la foto. Los barqueros decidieron dar una vuelta por la Mata del Fang para que los visitantes pudieran disfrutar de ver las vida salvaje que anida en esa parte del lago.
Yo tuve la suerte de navegar en la barca Caronte, de mi amigo Jose Luis, el cual, como buen conocedor del lago y de sus secretos, nos dirigió directamente hacia la entrada de la Mata del Fang con la intención de que llegásemos los primeros y que la fauna allí escondida no levantara el vuelo hasta que nosotros llegásemos.
Así fue, llegamos los primeros, después de una lucha feroz por situarse al frente de la comitiva de barcas, como se puede ver en la foto que hay más abajo:
Como se puede ver por las olas que se levantaban al paso de las barcas, las barcas iban con los motores trabajando casi a tope.
Ya hacía rato que habíamos dejado atrás el motor del Tancat de la Pipa, entrada natural a la Albufera desde Catarroja.
Ya casi en nuestro destino, la climatología, se iba cerrando sobre nosotros. Mientras tanto como se puede ver en la siguiente foto, nuestro capitán lo tenía todo bajo control:
El control estuvo asegurado con la ayuda de nuestro particular Badman, Manu Xe Que Bo Estic, todo corazón y vida.
Ya con todo bajo control, los primeros para entrar a la reserva de aves de La Albufera, esto que os presento es lo que allí nos encontramos.
Un parque natural dónde los Collbert, Pollas de agua, Coas de Jung, Civerts y muchas otras especies, llenaban toda lo que nuestra vista podía abarcar.
Saltando al vuelo a nuestro paso, las parejas (el más colorido es el macho, la de colores pardos es la hembra).
Son imágenes que se queda pegadas a nuestra pupila, es la naturaleza en todo su esplendor que se expresa con sus instintos delante de nosotros.
Una vez terminamos el paseo por la reserva, nos dirigimos hacia la Punta de Llevex, el capitán paro la barca, se abrio una botella de vino, se repartieron vasos para todos con un poco del mismo, y brindamos por haber tenido la suerte de conocer a una persona que por su forma de ser, formaba parte de los corazones de todos los allí reunidos.
Gracias a todos por hacer que días así sean posible; amistad, harmonía, solidaridad y sentimientos. Pero gracias, especialmente, a Jose Luis, patron de la Caronte. Gracias..
Ya de vuelta, nos callo un ligero pedrisco sobre nosotros; parecía una respuesta a nuestro brindis...
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